«Jóvenes misioneros para un continente joven», bajo este lema la Iglesia española celebra este domingo el Día de Hispanoamérica, una jornada misionera en favor de las iglesias más necesitadas de América Latina. Desde 1959 se viene celebrando en las diócesis de España esta campaña en la que los sacerdotes y laicos misioneros en América son los grandes protagonistas. La Comision Episcopal de Misiones y Cooperación entre las Iglesias se encarga de su organización, supervisa la colecta de las misas y la hace llegar a su destino. Con ese motivo, el obispo de Jaén, Ramón del Hoyo, escribe la siguiente carta pastoral:

La voz de los Obispos de las Diócesis españolas se ha escuchado, de forma constante, urgiendo respuestas misioneras de sus fieles, en continuidad con su fecunda historia en el campo de la misión.

1. Como escribo en la Presentación de esta jornada a nivel nacional, en nombre de la Comisión Episcopal de Misiones y Cooperación entre las Iglesias, la tarea de la evangelización de los jóvenes es de suma importancia.

En la Exhortación apostólica postsinodal Verbum Domini, recuerda, Su Santidad Benedicto XVI que “los jóvenes son ya desde ahora miembros activos de la Iglesia y representan su futuro“. Debemos, por ello, tomar todos conciencia de la necesidad del anuncio claro del Evangelio de Jesucristo y de que se necesitan “testigos y maestros que caminen con ellos y los lleven a amar y comunicar a su vez el Evangelio, especialmente a sus coetáneos, convirtiéndose ellos mismos en auténticos y creíbles anunciadores.” (n. 104)

2. Vamos quemando etapas que nos acercan cada día más a la JORNADA MUNDIAL DE LA JUVENTUD. Vemos cómo el Papa nos invita a todos los fieles a ser testigos y maestros que caminamos con los jóvenes para amarles, comunicarles el Evangelio de Jesucristo y despertar su vocación misionera, propia de bautizados.

Esta jornada será una buena oportunidad para insistir ante los fieles, sobre todo ante los jóvenes, que están llamados e invitados continuar la obra misionera que, de manera providencial, iniciaron nuestros antepasados en América. Decirles que el setenta por ciento de los misioneros y misioneras de las diócesis españolas en la actualidad se encuentran en aquel continente. Invitarles para que piensen que es Dios quien llama y que, si escuchamos su voz, él pone todo lo demás, sirviéndose de mil circunstancias y mediaciones. Así nacieron estas vocaciones misioneras y de la misma fuente brotarán los futuros relevos.

Han sido muchos miles de cristianos españoles los que han sido testigos vivos de su fe en aquellas queridas tierras hermanas del gran continente americano. De su fe brotó un amor vivo para llevarles el tesoro del evangelio porque, como dice Su Santidad el Papa a los jóvenes en el Mensaje para la próxima Jornada mundial de la juventud: “Cristo no es un bien sólo para nosotros mismos, sino que es el bien más precioso que tenemos que compartir con los demás. En la era de la globalización, les dice el Santo Padre, sed testigos de la esperanza cristiana en el mundo entero: son muchos los que desean recibir esta esperanza.” (n. 5).

En el Mensaje de la Pontificia Comisión para América Latina con motivo de esta jornada, en apoyo a cuanto expresa el Papa a los jóvenes, se dice también que “el Señor dirige incansablemente su mirada de amor hacia cada hombre y mujer que peregrina en la tierra y le llama a seguirlo. Pero Él tiene una mirada especial para los jóvenes, a quienes invita también hoy a ser discípulos suyos y misioneros en medio del mundo. A algunos, ciertamente, los llama a seguirle más de cerca para que consagren su vida al anuncio del Reino o a configurarse a su corazón sacerdotal a través del ministerio del sacramento del Orden.” (n. 3)

4. Puedo asegurarles que esta invitación es más que un deseo. Es verdadera realidad en nuestra Iglesia diocesana, y en las demás Iglesias de España.

El pasado mes de diciembre enviábamos desde la Escuela de Formación misionera en Madrid a cerca de treinta nuevos misioneros, casi todos jóvenes. El destino de la mayoría era Hispanoamérica y el grupo lo formaban sacerdotes, consagrados y fieles laicos.

De los trece sacerdotes del clero secular que, en el año 2010, han salido de las Diócesis de España a distintos países del continente americano, uno de ellos es de esta Iglesia de Jaén: D. Carlos Moreno Galiano. Saben que se encuentra en Ecuador, en el Vicariato Apostólico de Esmeraldas, junto al compañero, también sacerdote, D. Luis Fernando Criado Reca. Ambos forman parte de la Obra de Cooperación Sacerdotal Hispanoamericana (OCSHA), que apoya la Conferencia Episcopal Española. Les recordamos y apoyamos ante el Señor.

Debemos agradecer también a la Delegación Episcopal de Misiones su interés y entrega ejemplar en la coordinación y animación misionera en el territorio diocesano. Gracias, en nombre de todos los diocesanos. No cesemos en nuestras oraciones y generoso apoyo en favor de los programas misioneros en sus diversas jornadas anuales. Esta, en concreto, les recuerdo, se encomienda de forma especial, incluida la colecta, a los Arciprestazgos de la Virgen de la Capilla y de Nuestra Señora del Valle, de Jaén, y al de Mágina, como obra en la Agenda diocesana para el presente curso pastoral.

Que María Santísima, Reina de las Misiones, cuide e interceda por todos los misioneros y misioneras, en especial los de esta Iglesia de Jaén, en Hispanoamérica.

Con mi saludo y afecto en el Señor.

+ RAMÓN DEL HOYO LÓPEZ

OBISPO DE JAÉN