La presidencia de España de la Unión Europea debe reformular la política migratoria y poner el acento en la promoción afectiva de la llegada de extranjeros regulares.

Según el estudio Un proyecto para Europa , del Centro de Estudios Internacionales de Barcelona (CIDOB), es necesario cambiar el discurso, rentable en términos de política interior, que hasta ahora se ha centrado excesivamente en los elementos de control y en la dimensión securitaria de la inmigración, y poner el acento en la idea de una inmigración ordenada y regulada. “El Gobierno español podría defender con autoridad un modelo que vincule primordialmente los flujos migratorios a las necesidades del mercado de trabajo, reconociendo la contribución positiva de la inmigración al desarrollo económico –pasado y futuro– de la UE”, enfatiza el documento. El representaron de Círculo de Economía, Salvador Alemany, y del CIDOB, Josep Piqué , han dicho que la Presidencia española se podría pensar en promover la creación de una Agencia Europea para la Inmigración que asuma el desafío de garantizar la construcción y puesta en práctica de una política coherente y comprehensiva. “España estará en condiciones de impulsar y fortalecer el diálogo político con terceros países en esta materia, para avanzar en temas como la integración de los inmigrantes, las transferencias de remesas, la lucha contra la trata de personas y los vínculos entre migración y desarrollo”, concluye el informe.