MAURICIO VICENT – La Habana –

A diferencia de países como Argentina, donde al entrar en vigor la Ley de Memoria Histórica se anunció una avalancha de solicitudes para acceder a la nacionalidad que seis meses después no se ha cumplido, en Cuba la llamada ley de nietos sigue arrasando. Desde el 29 de diciembre hasta el pasado 15 de julio, el Consulado español en La Habana ha recibido 24.435 expedientes de cubanos con un abuelo español y derecho a la ciudadanía. Alrededor de 8.000 casos ya han sido aprobados.
Cuba, con 11 millones de habitantes, bate récords por razones obvias. Disponer de un pasaporte español en la isla representa la posibilidad de viajar, y viajar, la posibilidad de progresar o de empezar una nueva vida. Desde marzo, el consulado tiene previstos 325 turnos diarios para los solicitantes, que se elevarán a 425 a partir de octubre.Hasta la fecha, las citas concertadas por cubanos para entregar la documentación se elevan a más de 165.000.En un principio se estimó que con la entrada en vigor la Ley de Memoria Histórica unos 250.000 cubanos podrían optar a la nacionalidad española o recuperarla, contando con la prórroga de un año de la ley.Los hechos parecen demostrar que esta cifra será inferior, pero muy por encima de la de Argentina. En el país sudamericano, con una población de 40 millones de habitantes, se calculaba que entre 400.000 y 600.000 personas podrían reclamar la nacionalidad. Solamente 10.000 lo han hecho en seis meses y medio.En La Habana, la tasa de incomparecencias a las citas es del 30 %, a lo que hay que sumar los expedientes aparcados por falta de algún documento sustancial. “En total, esto reduce un 50% el número de expedientes que entran en el sistema diariamente; de seguir así, en los dos años de plazo establecido podrían tramitarse unos 100.000 casos”, asegura una fuente consular.Con la prórroga de un año que contempla la ley podrían tramitarse otros 50.000 expedientes, lo que arrojaría un total de 150.000 nuevos españoles. Todo dependerá de la rapidez con que los registros cubanos entreguen a los solicitantes los documentos requeridos.El ritmo hasta ahora es muy lento, sobre todo en las oficinas de Inmigración, que han de aportar un documento básico: la certificación que hace constar que la persona siempre estuvo inscrita en los registros como española, o la que demuestra que el abuelo del solicitante nunca se hizo cubano, acompañada de otras pruebas. Dicho documento es imprescindible y el promedio de tiempo para obtenerlo puede superar los cinco meses.No es un secreto que las autoridades cubanas ven con recelo la llamada ley de nietos. De hecho, no hay militantes comunistas entre los candidatos a adquirir la ciudadanía española. El Gobierno de La Habana, además, hizo saber a España su malestar porque la demanda de documentos ha sobrecargado los registros cubanos.El problema se agravó en abril, y para solucionarlo ese mes viajó a la isla Javier Elorza, secretario general de Asuntos Consulares y Migratorios. Finalmente, las autoridades españolas aceptaron ser flexibles con los documentos a exigir -por ejemplo, se acepta el certificado de nacimiento en extracto y sólo se pide el certificado de soltería en casos excepcionales- y condescendientes con los plazos.Como en otros países latinoamericanos, en Cuba sólo el 2% de los reclamantes son nietos de exiliados políticos. La inmensa mayoría son personas que se benefician de la posibilidad que ofrece la nueva ley a nietos de emigrantes que no perdieron la nacionalidad antes de nacer sus hijos fuera de España.A diferencia de Argentina, en el caso cubano, dada la situación económica y política y las considerables dificultades que la gente encuentra para viajar, todo parece indicar que la Ley de Memoria Histórica será apurada al máximo.