Audiencia de Barcelona comienza juicio por asesinato del colombiano Ronny Tapias

La Fiscalía señala que la responsabilidad no es sólo de los seis jóvenes que apuñalaron al menor sino de todas las nuevas pandillas en la región.

Las bandas son un nuevo tipo de delincuencia en el que la responsabilidad del delito es compartida por sus miembros, dijeron el lunes la fiscal y los acusadores en el juicio.

La Audiencia de Barcelona acogió al jurado popular que empezó a juzgar a los cuatro dominicanos y dos ecuatorianos, mayores de edad, acusados de asesinar al estudiante de nacionalidad colombiana Ronny Tapias, quien murió apuñalado el 28 de octubre de 2003

Tapias, de 17 años, era alumno de un instituto de bachillerato de Barcelona y murió tras ser asaltado y apuñalado al término de la jornada lectiva por varios jóvenes, presuntos miembros de bandas juveniles, que le identificaron “equivocadamente” como miembro de una banda enemiga.

Según la Fiscalía, Tapias fue asesinado por miembros de las bandas de los ‘Ñetas’ y los ‘Rancutas’ al ser identificado por error como un integrante de sus rivales de los ‘Latin Kings’.

La fiscalía pide inicialmente penas de 17 años y medio de cárcel por un delito de asesinato para los seis procesados, mientras que la acusación particular y la popular, que ejerce el ayuntamiento de Barcelona, solicitan 20 años de prisión para los acusados.

Por este mismo caso, otros tres menores de edad fueron condenados hace un año a 8 años de internamiento y otros 4 de libertad vigilada por su implicación en el crimen del estudiante colombiano.

Ahora, los acusados con mayoría de edad son los ecuatorianos Daniel B.B. (20 años) y Rigoberto Reynaldo R.O., (‘Rigo’, de 21 años) y los dominicanos Carlos Cristopher V.L. (‘Drupy’, de 23 años), Yohan Smith C.R. (19 años), José Antonio M.M. (‘Che’, de 20 años) y Sandy B.P, apodado ‘Bolón’, de 20 años.

Pese a reconocer que sólo tres de los acusados (Yohan Smith, José Antonio y Sandy) abordaron a la víctima, la fiscal y las acusaciones consideran también “autores por cooperación necesaria” a Daniel, a Rigoberto y a Carlos Cristopher.

La fiscal destacó que en el proceso no se juzga ni a la inmigración ni a las bandas juveniles, y advirtió de que en este caso “no nos enfrentamos a la violencia clásica de malo ataca a bueno”, sino que en las pandillas “unos atacan y otros protegen, pero todos lo saben, todos se conciertan, todos son autores”.

“Es una delincuencia nueva” en la que “no se puede entender un autor, una puñalada, un delito”, afirmó la fiscal, tras recordar que en el crimen de Tapias “la realidad supera a la ficción” y que los acusados son “gente peligrosa”, como lo demuestra el hecho de que 19 personas declaren como testigos protegidos.

Según su versión, existía un grupo A o principal formado por tres de los acusados, que es el que acaba con la vida de Ronny, y un grupo B integrado por el resto de imputados, que “estaba vigilando, esperando y garantizando que no se produjera la huida”.

Para la fiscal, la existencia de menores y mayores de edad entre los responsables del crimen “propició la tentación” de que todos ellos acordaran señalar como responsables materiales a los que todavía no habían cumplido 18 años.

El abogado de la familia Tapias también ha coincidido en señalar que todos los procesados “participaron por igual” en el crimen y afirmó que en el banquillo faltan otros implicados.

La acusación popular dice que el Ayuntamiento de Barcelona considera “gravísimos” los hechos y el fenómeno de las bandas, y mantiene que la violencia de estas no puede entenderse de forma individual porque un sólo miembro “no es nada sin el grupo”.

Los defensores de los acusados argumentaron que estos “ni siquiera se conocían” entre ellos, que uno de ellos se encontraba en el lugar del crimen pero que no intervino, o, en el caso de otros dos, que no estuvieron en el lugar del crimen.