Un vecino de Balaguer (La Noguera, Cataluña) y dos ciudadanos colombianos murieron ayer 1 de septiembre en la planta de transformación de residuos orgánicos animales en la que trabajaban, en el municipio leridano de Vallfogona de Balaguer. El primer operario cayó fulminado al descender hasta el fondo de una trituradora de vísceras para retirar una barra de hierro. Sus dos compañeros corrieron la misma suerte al intentar salvarle.

Dos trabajadores colombianos de una empresa subcontratada por Grefacsa para tareas de limpieza y mantenimiento observaron la acción y al ver que el hombre perdía el sentido uno de ellos bajó por la misma escalera hasta la base de la trituradora para auxiliarle. Corrió la misma suerte que Pompilio e idéntico destino tuvo el segundo empleado que siguió los pasos de su compañero. Estas dos víctimas fueron identificadas como Fernando N.B., de 37 años, y Rogerio O.C., de 55. Ambos residían en Mollerussa.

La delegada de Indústria en Lleida, Pilar Nadal, anunció la apertura de una investigación para aclarar las causas del accidente. Al parecer, no era la primera vez que trabajadores de Grefacsa descendían hasta la base de la trituradora para retirar algún objeto extraño, como ayer, pero la pregunta es qué pudo provocar la emanación de gases o falta de oxígeno y por qué los trabajadores no usaron ningún tipo de protección al descender hasta ese mar de vísceras.

Las reacciones a estas tres muertes no se hicieron esperar. Los sindicatos achacaron lo ocurrido a la falta de formación y a la baja inversión en prevención y seguridad laboral. Neus Moreno, responsable de salud laboral en Catalunya de CC.OO., afirmó, en declaraciones a Efe, que “es muy significativo que hayan muerto dos personas de nacionalidad colombiana, que eran los que trabajaban para la empresa subcontratada y carecían de medidas de seguridad, como protección ante los gases, ni tampoco habían recibido formación al respecto”.

Carme Simarro, responsable de seguridad laboral de UGT, señaló que “estas muertes o al menos dos de ellas se hubieran evitado con formación para los trabajadores”.

Juan Ignacio Marín, subdirector de Salut i Seguretat Laboral de la Generalitat, agregó que los inspectores investigan si cuando ocurrió el accidente estaba presente un responsable de operaciones peligrosas, como ordena la ley.