“Durante demasiado tiempo, América Latina ha practicado la política del precipicio. Cada cambio político parecía ser un salto a lo desconocido” (…) La elección de Lula da Silva, como presidente de Brasil sigue generando recelo en la derecha y expectativas entre los largamente descorazonados izquierdistas latinoamericanos”. Quien esto escribe es Manuel Orozco, director de Proyectos del Diálogo Centroamericano.