Especial Bicentenario
Para unos Madre, para otros madrastra. Juan Marchena Fernández, historiador, Salud Hernández periodista y Orlando Vaca arquitecto hablan de su relación con la Madre Patria.España conquistadora, España madre, España que esclaviza. España que hoy es otra. Para algunos latinoamericanos, España es la madre patria. Es decir aquella nación que dio a luz una cultura nueva, que se valió del mestizaje, del comercio y sobre todo de uno de los legados fundamentales: el castellano. La madre patria fue expulsada de la Nueva Granada tras la Guerra a Muerte que declarara Simón Bolívar, una vez Fernando VII ordenó que se llevara a cabo la reconquista con el envío de tropas y navíos al mando de Pablo Morillo, el Pacificador. Así se refirió Bolívar a España en su Carta de Jamaica:
“el destino de América se ha fijado irrevocablemente: el lazo que la unía a España está cortado: la opinión era toda su fuerza; por ella se estrechaban mutuamente las partes de aquella inmensa monarquía; lo que antes las enlazaba ya las divide; más grande es el odio que nos ha inspirado la Península que el mar que nos separa de ella; menos difícil es unir los dos continentes, que reconciliar los espíritus de ambos países. El hábito a la obediencia; un comercio de intereses, de luces, de religión; una recíproca benevolencia; una tierna solicitud por la cuna y la gloria de nuestros padres; en fin, todo lo que formaba nuestra esperanza nos venía de España. De aquí nacía un principio de adhesión que parecía eterno; no obstante que la inconducta de nuestros dominadores relajaba esta simpatía; o, por mejor decir, este apego forzado por el imperio de la dominación. Al presente sucede lo contrario; la muerte, el deshonor, cuanto es nocivo, nos amenaza y tememos: todo lo sufrimos de esa desnaturalizada madrastra. El velo se ha rasgado y hemos visto la luz y se nos quiere volver a las tinieblas: se han roto las cadenas; ya hemos sido libres, y nuestros enemigos pretenden de nuevo esclavizarnos. Por lo tanto, América combate con despecho; y rara vez la desesperación no ha arrastrado tras sí la victoria”.
Sin embargo este desprendimiento había representado un curioso dolor para muchos criollos que tenían el estatus de españoles nacidos en América; fue el caso, por ejemplo, de Camilo Torres y Tenorio, quien en su texto conocido como el Memorial de Agravios dio cuenta del fuerte vínculo con España; vínculo que debía ser fortalecido por un esquema de representación política que garantizara igualdad legal y de libertad de empresa y comercio para los criollos. El desprendimiento de la Madre Patria fue, entonces, un proceso traumático; tanto más por que implicó un complejo forcejeo. Muchos criollos consideraron que sólo se requería autonomía, pero otros como Bolívar, buscaron la independencia absoluta. Hoy en día, tras 200 años de independencia, España es concebida por algunos como aquella nación que insertó a América en el orden occidental; en ese sentido su legado fue fundamental. Para otros, sin embargo, la llegada de España al Nuevo Mundo representó el inicio de una dolorosa historia de colonización y dependencia. Sin embargo tras la salida de España, América empezó a construir su propio destino y desde entonces son otros los referentes políticos y sociales que afectaron y definieron nuestra condición.
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