Vanessa Macher
La severa crisis económica, sumada a la incapacidad de los extranjeros para costearse un viaje desde sus países de origen, ha generado una intensa caída de ingreso de inmigración irregular en España. La Agencia Europea de Fronteras (Frontex) señaló que la llegada de inmigrantes indocumentados a tierras españolas se ha reducido en 47 por ciento durante el primer semestre del año, respecto al mismo periodo de 2008.
Por primera vez en cinco años se experimentó la disminución de la inmigración clandestina en la Unión Europea, según afirmó el jueves el director adjunto de Frontex, Gil Arias, quien también destacó que la reducción se hace más notoria en España, país que recibe mayor cantidad de extranjeros irregulares después de Italia y Grecia.
En Canarias se registró, de enero a julio, 61 por ciento menos de llegadas de inmigrantes en comparación con el primer semestre del año pasado. En 2009 han llegado al archipiélago 1.600 personas en 29 cayucos, mientras que en 2008 fueron 4.143 en 83 embarcaciones. Según las cifras proporcionadas por Ministerio del Interior, en Ceuta y Melilla también se habrían reducido las entradas, ya que han pasado de 3.120 intentos en 2008 a 1.138 en 2009, una caída de 63 por ciento.
A pesar que las llegadas a Levante y Andalucía han aumentado en 12 por ciento en lo que va del año, el balance hecho en todo el territorio español indica que los ingresos clandestinos al país han decrecido en 47 por ciento.
La inmigración legal, también en descenso
Además de la caída de la inmigración clandestina, se ha experimentado un descenso en el ingreso de inmigración legal. La secretaria de Estado de Inmigración y Emigración, Consuelo Rumí, confirmó que el número de contratos en origen, una de las principales vías legales de entrada de inmigrantes, bajó de los 136.000 en 2008 a 10.000 en lo que va de 2009.
Actualmente España tiene la mayor cantidad de inmigrantes documentados e indocumentados en toda la Unión Europea. De los 20 millones de extranjeros que viven en la región, 5 millones se encuentran en este país. La crisis que parece frenar nuevos ingresos clandestinos, amenaza por otro lado con aumentar la irregularidad, ya que muchos inmigrantes con permiso de residencia pasarán a la irregularidad cuando agoten su prestación por desempleo y les sea imposible renovar su documento. El conteo para medir el crecimiento de la inmigración clandestina tendrá que hacerse de nuevo.
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