De lo que no dimos cuenta el verano de 2005
La exposición Memoria de dos mares, de Joseph Gausachs, se exhibe en el Museo Bellapart
Por Luis Daniel Núñez / El Caribe
Jueves 28 de julio del 2005 actualizado el miercoles 27 de julio del 2005
El Museo Bellapart apuesta a convertirse en el centro de la actividad artística en la ciudad de Santo Domingo. Bueno, por lo menos en estos días. Y es que este lugar, además de inaugurar una sala de exposiciones temporales y de continuar con la colección de pinturas alusivas a nuestro merengue llamada Que no me quiten lo pintao, nos presenta ahora, y por primera vez en el país, la exhibición Gausachs: Memoria de dos mares, del artista catalán Josep Gausachs.
La muestra compuesta por más de sesenta obras –muchas de las cuales nunca han visto la luz pública ni en nuestro territorio ni en ninguna otra nación del mundo, por pertenecer a colecciones privadas– constituye una primicia para la gente de Bellapart y por ende para todos los nacionales. Esto, definitivamente, constituye una “oportunidad de oro” para los amantes y estudiosos de las artes. Las piezas en cuestión son un reflejo del crecimiento y evolución de un artista victima, al igual otros, de la Guerra Civil española de 1936 y posteriormente del exilio.
Los cuatrocientos metros de la nueva salan serán una ventana a la trayectoria de Gausachs en el mundo de la plástica. En el museo Bellapart se exhibirán piezas realizadas por Josep cuando residía en su natal España. En las mismas-las obras- quedan impresos esos sentimientos y esa forma de ver la propia tierra ya que Gausachs era un maestro del paisajismo. En sus trabajos veremos al expresionismo y neoexpresionismo como dos de las más marcadas tendencias latentes en su estilo.
Josep Gausachs, es un pintor que se empeñó siempre en conseguir un sello propio. Gausachs, producto de sus años en París, Francia, capital del arte de entonces, fue influenciado por los Ismos, es decir técnicas y estilos de hacer arte cuyos nombres terminaban con este sufijo; tal es el caso de cubismo y el anteriormente señalado expresionismo. “Este maestro tomó de cada una de estas fuentes del arte, creando en cada uno de sus cuadros piezas innovadoras y atractivas”, destaca la directora del museo Bellapart, Paula Gómez Jorge.
Del país
Paula nos cuenta que Gausachs, a su llegada al país, se ganaba la vida pintando y arreglando edificaciones. Es visto por el entonces director de la Escuela Nacional de Bellas Artes, Rafael Díaz Mieses, y en el 1944 dos años después de pisar suelo dominicano, es reclutado para fortalecer las filas de docentes del citado instituto. “En la muestra veremos cómo Gausachs, al arribar a la República, queda impactado con ese contraste cultural y geográfico entre Santo Domingo y España. Por eso su pintura ya nunca será la misma. Él juega de una manera nunca antes vista con las sombras producidas por la luz en el trópico. Es pionero, como foráneo, en plasmar con colores los elementos alusivos a nuestra identidad”, detalla Gómez. Sigue diciendo que al igual que la pintora Celeste W. Gill, pero muy a su estilo presta especial atención a la belleza de la mujer negra y mulata, lo que no se hacia hasta entonces, pues el clima de clasismo y desprecio a esta tonalidad de piel era desdeñable a los ojos de la tiranía, encabezada por Rafael L. Trujillo.
Cronología
Josep Gausachs Armengol nace en el 1889 en Sarriá, Barcelona. Hijo de Pablo Gausachs y María Armengol. En Barcelona ingresa a la Academia de Baixas donde realiza sus primeros estudios de pintura y luego pasa a la Academia de Bellas Artes (Llotja) donde se gradúa. Presenta su primera exhibición individual en Galerías Dalmau, Barcelona. Se traslada a París poco antes de que estalle la Primera Guerra Mundial. Compartió y aprendió a cerca de las artes con figuras como Gauguin y Van Gogh, Picasso, Modigliani, Marquet, Gargallo, Utrillo, Juan Gris, entre otros.
Más
Gausachs era republicano y antifranquísta. Durante la ocupación de Cataluña por el ejército de Franco, Josep fue herido en un bombardeo aéreo. Huye a Francia y fue internado en el campo de concentración de Argelers sur Mer en compañía de su hijo Francisco. Luego, un grupo de pintores franceses y de la Casa de la cultura, logran que el Comité Británico que ayudaba a los refugiados, lo traslade junto a su hijo a Arbonne. Después sale como exiliado político hacia la República Dominicana donde muere en 1959 a la edad de 70 años dejando un importante legado que se conserva hasta la fecha.
Parte de sus obras están en importantes museos europeos como el Museo Nacional de Arte de Cataluña y el Museo de Luxemburgo.
Bellapart
Es el primer museo privado de artes visuales del país abierto al público. Difundir el arte y a los artistas criollos en el extranjero es parte de los objetivos de esta institución. En la actualidad presenta la exposición Que no me quiten lo pintao y, ahora, la de Gausasch.
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