LOS NUEVOS CIUDADANOS // EL AUGE DE UNA ACTIVIDAD PROFESIONAL
El turno de oficio de BCN tiene 783 abogados de extranjería
• El número de letrados especialistas en asuntos de inmigración se ha disparado en los últimos años
• Los juristas denuncian los constantes cambios de la ley y la disparidad de criterios del Gobierno
ANTONIO BAQUERO
El Periodico
Durante las crisis empresariales de los años 80 y 90, la abundancia de despidos hizo que el número de abogados laboralistas se disparara. Ahora, el aumento espectacular de la inmigración en España durante los últimos cinco años ha hecho que una nueva especialidad, la extranjería, irrumpa con fuerza en el mundo de la abogacía. La importancia de ese fenómeno se refleja en el turno de oficio de Barcelona, donde a finales de 2005 ya hay 783 abogados inscritos para temas de extranjería.
Estos letrados son los que dan asistencia jurídica gratuita –conocida como turno de oficio– a cualquier inmigrante detenido por estar en situación irregular en España. Estos abogados, que acompañan al ciudadano sin papeles desde que la policía le abre el expediente de expulsión, trabajan para que el proceso, de unos dos meses de duración, cumpla las garantías y, en última instancia, lograr frenar que el detenido sea devuelto a su país.
Pero el turno de oficio es sólo la punta del iceberg. El número de abogados que trabajan en asuntos relacionados con la inmigración es mucho mayor y ya empiezan a proliferar los despachos que se dedican en exclusiva a este asunto, que se ha convertido en una de las especialidades más rentables. Tanto es así que el Col.legi d’Advocats de Barcelona decidió a finales del 2000 la creación de una subcomisión de extranjería.
ARRAIGO Y NACIONALIDAD
“El aumento de inmigrantes ha generado un incremento en la demanda de profesionales que defiendan sus intereses”, explica Josefina Gutiérrez, coordinadora de la subcomisión. Las cuestiones que más llevan los abogados de extranjería son renovaciones de permisos de residencia, regularizaciones, reagrupaciones familiares, expulsiones, solicitudes de arraigo, nacionalizaciones y permisos de residencia y trabajo para inmigrantes contratados en sus países de origen.
Para muchos de esos trámites, los abogados no son necesarios y pueden ser llevados a cabo por los mismos inmigrantes. ¿Por qué recurren entonces a los letrados? “Las leyes de extranjería –explica la coordinadora– cambian constantemente y muchos inmigrantes se ven incapaces de sacar adelante su regularización por sí solos. Por eso acuden a los abogados, que sí conocen la ley al dedillo. Para los inmigrantes es tan importante regularizarse o traerse a su familia que prefieren que sea un profesional el que le lleve el asunto”.
Sin embargo, se trata de una disciplina compleja. Casi todas las quejas de los abogados que trabajan la extranjería se originan por la inseguridad jurídica que existe en torno a la inmigración. “Esa inseguridad –explica un abogado especialista en extranjería– tiene como causa principal los constantes cambios que los sucesivos gobiernos hacen en la legislación de extranjería y en sus reglamentos”.
Los abogados denuncian la disparidad de criterios de la Administración. “En cada provincia se piden distintos requisitos, cuando deberían ser los mismos”, se queja ese letrado, que explica que los plazos de resolución de expedientes también son distintos. El Consejo General de la Abogacía está realizando un estudio sobre esa disparidad.
POCA COORDINACIÓN
“Los abogados y los inmigrantes sufren las consecuencias de que la coordinación que debería existir entre los distintos ministerios implicados (Trabajo, Exteriores e Interior) no siempre existe”, lamenta Josefina Gutiérrez.
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