“VIAJE DEL ESPAÑOL A AMERICA: ENCUENTRO Y CONVIVENCIA”
Jesús Ruiz Nestosa
Diario ABC Paraguay
Un libro para conocer algo más de nuestra lengua
Más que oportuna es la aparición del libro “Viaje del español a América: encuentro y convivencia”. El volumen reúne artículos de diferentes especialistas en la lengua y todos ellos trabajaron bajo la coordinación de María Angeles Moltó Moreno.
Un par de meses atrás justamente la habíamos entrevistado en este mismo suplemento y explicó entonces cuál era el objetivo de este pequeño volumen.
Oportuno -dijo- ya que en este momento en que se vuelve a discutir el idioma con muy poco o ningún conocimiento del mismo, es bueno que por lo menos los profesores de la lengua, ya que a ellos va dirigido el libro, reciban información por parte de especialistas en el tema.
Los autores son el licenciado Fernando Bronchud Escobedo, licenciada María Angeles García Esparcia, doctor Luis Martínez-Falero Galindo, licenciada María José Sánchez Navarro y la licenciada María Amparo Torres Martínez.
El libro fue redactado en España y tomaron parte en este trabajo la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI), el Centro Cultural Español Juan de Salazar, Castilla-La Mancha y la Obra Social y Cultural.
Sus partes
El libro que tiene un poco más de ochenta páginas, está dividido en tres partes: 1- Historia del español. 2- La terminología lingüística y 3- El español de América.
En estas diferentes partes se expone una historia del español desde el origen hasta el descubrimiento de América y, luego, desde la llegada de Colón hasta nuestros días.
También se debate si el término preciso para designar a nuestro idioma es “castellano” o es “español”. Y, desde luego, se ha incluido una conmovedora versión de El Quijote en la lengua española.
Se ofrece una visión de cuál es la situación actual del español en Hispanoamérica. Y como el libro se concibió especialmente para nuestro país, hay un capítulo dedicado a la situación actual del español en Paraguay.
Un juicio de Meliá
El libro se abre con una acertada cita del padre Bartomeú Meliá S.J. perteneciente a su libro “Elogio de la lengua guaraní”, y dice:
“Desde que América es América… desde que esos otros hombres venidos de occidente pisaron este continente, la cuestión de las lenguas ha acompañado todo el proceso de conquista y colonización. El estado de las lenguas en América es uno de los mejores indicadores de lo que ha pasado con las sociedades americanas… Si la tierra es el lugar de todo nuestro ser, económico y político, la lengua es el lugar de este mismo nuestro ser, pero a un nivel más profundo y más íntimo. Entender la historia de las lenguas en América es entender en gran parte la historia de América…”.
Una explicación
José Valverde Serrano, consejero de Educación y Ciencia de Castilla-La Mancha, tuvo a su cargo prologar este libro y es interesante escucharlo cuando dice:
“La historia de una lengua, de su viaje al otro lado del Atlántico y de sus posteriores encuentros y mestizajes, es lo que se cuenta en las páginas que siguen a este prólogo. Esta es la historia que han querido narrarnos los autores de este trabajo: el viaje del español a América y su encuentro y convivencia con la cultura y las lenguas que allí existían. El agrandamiento de su mestizaje, en definitiva. Porque el español ya nació como una lengua mestiza, cerca de las montañas cántabras, como se cuenta en uno de los capítulos de este libro. Surgió por evolución del latín, y en ella se fueron mezclando elementos íberos, visigóticos, árabes, hebreos, franceses o ingleses; y después, cuando se produjo el encuentro con América, al contactar con las lenguas de los pueblos indígenas que allí vivían, lo que hizo fue ensanchar su mestizaje, siendo esta característica, además, la que mejor explica su gran poder de comunicación”.
“Es una ingenuidad -sigue diciendo el prologuista- hablar de la pureza del español, porque su historia está jalonada con continuas influencias y mezclas, que tuvo en su encuentro con las lenguas y la cultura de América uno de sus momentos álgidos. Y por eso el español, ahora, constituye un universo lingüístico en el que nos sentimos unidos peruanos, venezolanos, mejicanos, españoles, paraguayos, argentinos, o cualquier otro habitante de cualquier otro país de Hispanoamérica. Es una lengua universal, compartida por 400 millones de personas y cada vez con más vitalidad y mayor expansión”.
Los dueños del idioma
Después de relatar de qué manera no se le permitió a Cervantes viajar a América, pero sí se permitió la llegada de El Quijote ya en 1605, en el galeón “Espíritu Santo”, José Valverde Serrano señala: “El Quijote, por tanto, llegó a tierras americanas casi al mismo tiempo que la lengua española. Una lengua que, de imperial, se torna en universal; y ya, además de la de Cervantes, va a ser la lengua de Juan Rulfo, de García Márquez o de Onetti. Y unos territorios lingüísticos, que después de aquel viaje inicial al otro lado del Atlántico, con el devenir de los siglos, no serán ya sólo los de La Mancha, sino también los de Comala, los de Macondo y los de Santa María”.
“Y por eso los españoles ya no somos los dueños del español, como señala el escritor Antonio Muñoz Molina, en un artículo que recoge en su libro ‘La vida por delante’ titulado ‘Una provincia del idioma’ e incluso estadísticamente somos minoría: ‘Lo he sabido en los países hispanos de América’ -dice el autor de ‘Sefarad’- ‘al escuchar las musicalidades italianas del español del Río de la Plata, la claridad clásica del español de Colombia pero lo he percibido sobre todo al escuchar el español que se habla en Nueva York, donde existe una confederación de todas las entonaciones y acentos posibles, donde uno se da cuenta, por contraste con la presencia de la civilización sajona, de todas las cosas comunes que nos ha legado el idioma y el tiempo, de la amplitud de los espacios imaginarios que nos abre nuestra lengua”.
Deixeu un comentari