El 19 de octubre se presenta el testamento de Bolaño: Su novela póstuma ‘2666‘
Casi un año y medio después de la muerte de Roberto Bolaño, el martes 19 de octubre se presenta en Barcelona su novela póstuma ‘2666’. Esta monumental obra confirma al chileno como uno de los grandes de las letras latinoamericanas.
2666, novela filosófica, historia policiaca, relato detectivesco, reportaje periodístico, poesía heroica. Todos los géneros posibles que Roberto Bolaño supo cultivar y cruzar con esmerado placer en cuentos, en novelas, en poemas e incluso en artículos periodísticos, se dan cita ahora en esta monumental y brillante novela llamada «2666» –que Anagrama pondrá a la venta a partir del 18 de octubre– donde el tono épico y el humor mordaz, desgarrador, recorren de principio a fin sus casi mil doscientas páginas. Escrita durante los últimos años de su vida en medio de la enfermedad y de los pronósticos más desalentadores, el resultado de esta novela que Bolaño dejó incompleta pero con los pilares bien cimentados no puede ser mejor: la última novela del escritor chileno es la más «bolañesca» de todas sus novelas, donde la escritura de riesgo que caracterizó su obra alcanza puntos de luminosa intensidad, de belleza desatada, de fulgores epifánicos. Para quien no haya leído ni siquiera una línea del escritor que se convirtió en punta de lanza de la narrativa hispanoamericana y que abrió caminos por los que nuevos escritores transitarán en el porvenir, «2666», pese a ser su último libro, puede llegar a ser su una obra maestra en el sentido de que la novela es una suerte de «big bang» final, un punto donde convergen las cadencias iniciales de «Amuleto», los acordes enciclopédicos de «La literatura nazi en América», el estado de la crítica de «Nocturno de Chile», el relato de iniciación de «Estrella distante», la crueldad de «La pista de hielo» y, sobre todo, el cinismo lúdico y juguetón de «Los detectives salvajes». Si en el final de todos y de cada uno de los libros de Bolaño los personajes parecían encaminarse en fuga solitaria hacia desiertos infinitos y mares eternos en trenes españoles y carreteras catalanas bajo una tormenta de frío y lluvia, viento y mierda, en «2666» los personajes ya no se pasean por los bordes de sus infernales abismos como noveles equilibristas sino que directamente se precipitan al vacío como quien lo ha vivido todo.
Texto leído en el funeral de Roberto Bolaño por Jorge Herralde, su editor en el Tanatorio de Les Corts, Barcelona, el 16 de julio de 2003.
Deixeu un comentari